Destete respetuoso dirigido por la madre

clinica de lactancia Amamanta Santander-destete

 Autora: Belén Martínez-Herrera

 

Las recomendaciones sobre una edad óptima de destete están basada en opiniones personales o teorías no contrastadas, incluso en muchas ocasiones en simples  prejuicios. Muchas madres que desean continuar con la lactancia más allá del año,  se ven presionadas a iniciar el destete y les hacen creer que su leche ya no es buena o incluso que continuar con la lactancia puede ser perjudicial para el desarrollo emocional de su hijo, "tu leche ya no le alimenta", "eso ya es vicio"... Sabemos que la leche materna es un producto de gran complejidad biológica, que se adapta a las necesidades del bebé y varía su composición a medida que este crece. Dados los importantes beneficios que la lactancia materna tiene  para la salud física y emocional de la madre y del bebé, la OMS recomienda mantener la lactancia materna, al menos hasta los dos años o hasta que la madre y el bebé lo deseen. Sin embargo, a muchas madres les llegan a convencer de que a partir de año es mejor para su hijo la leche de vaca, que por supuesto es la ideal para el ternero, que su propia leche.    

 

El momento del destete  es una decisión libre y personal de cada madre y de cada hijo y cualquiera de los dos puede tomar la iniciativa. Lo ideal sería que fuese de mutuo acuerdo, respondiendo a la maduración y progresiva autonomía del bebé, pero en muchos casos esto no es posible. 

 

La lactancia materna es mucho más que un alimento para el bebé, es su refugio, su consuelo, la forma de comunicarse con su madre. Lo recomendable es hacer un destete progresivo y respetuoso, que de tiempo al bebé a adaptarse y aprender otras formas de consolarse y comunicarse con su madre. Además es más fisiológico, disminuye la producción de leche a medida que se van retirando las tomas.

 

Cuando la madre toma la iniciativa el destete es más difícil. Es importante tener en cuenta los ritmos y el carácter del bebé y contar con la colaboración del padre. Puede ser útil acudir a un grupo de lactancia  para compartir  sentimientos y experiencias con otras madres. Los bebés de más de un año ya son capaces de expresar su desacuerdo con la decisión materna y manifiestan su frustración, situación que suele provocar sentimientos ambivalentes en la madre o incluso de culpabilidad. En ocasiones puede ser necesario el  asesoramiento y apoyo de un profesional, que teniendo en cuenta sus deseos, necesidades y recursos, le ayude a realizar un  destete lo menos traumático posible.

 

No existen recetas magistrales pero sí algunas estrategias que os pueden ayudar:

  • Es importante potenciar la figura del padre y contar con su colaboración
  • No ofrecer, no negar.  Cuando el bebé demanda se le deja mamar unos segundos  y se le intenta distraer para acortar la toma
  • Realizar cambios de rutina para evitar las situaciones en las que más demanda el pecho 
  • Distraerle cuando demanda la toma, puede ser útil ofrecerle otros alimentos cuando se acerca la hora de la toma. Al no tener hambre sera más fácil distraerle
  • Poner una tirita en el pezón y decirle que no puede mamar porque mamá tiene pupa
  • Aplicar sobre el pezón alguna sustancia con sabor fuerte o amargo (ajo, mostaza, algún esmalte amargo...)
  • Las tomas nocturnas suelen ser las más difíciles de eliminar, la colaboración del padre o de algún otro familiar puede ser gran ayuda para cambiar las rutinas del sueño
  • Separarse del bebé algunos días, sería la opción  más traumática para el bebé

Evitar siempre que sea posible un destete brusco. Los fármacos para inhibir la lactancia "cabergolina", son muy efectivos al inicio de la lactancia, aunque no están exentos de efectos secundarios. Sin embargo, cuando la lactancia ya está bien instaurada, es el vaciado del pecho lo que la mantiene. Pasadas las primeras semanas de lactancia, es más efectivo y menos traumático retirar tomas progresivamente que tomar cabergolina.