Autora: Belén Martínez-Herrera
El contacto piel con piel inmediato e ininterrumpido tras el parto es muy importante, tanto si vais a amamantar a vuestro hijo como si habéis optado por la lactancia artificial. Es una experiencia única, irrepetible y muy gratificante para la madre y el bebé. Ademas facilita la adaptación del recién nacido a la vida fuera del útero, el establecimiento del vinculo y la lactancia materna. El cuerpo materno es su hábitat natural y cubre todas sus necesidades.
Si le colocamos al bebe recién nacido boca abajo, con la cabeza ladeada, en contacto piel con piel sobre el abdomen y el pecho de su madre, tras un periodo de descanso, pondrá en marcha sus reflejos instintivos, comenzará a reptar y poco a poco será capaz de llegar hasta el pezón e iniciar la lactancia. Si no consiguiera iniciar la lactancia en la primera hora, es importante solicitar ayuda a los profesionales. Todos los cuidados del recién nacido pueden realizarse sobre el cuerpo materno y es recomendable no interrumpir el contacto piel con piel hasta que finalice la primera toma, o hasta que la madre y el bebé lo deseen.
Para adaptarse a la vida fuera del útero el recién nacido tiene que realizar importantes cambios: iniciar la respiración, cambiar la circulación sanguínea, regular la temperatura, adaptarse a la gravedad... La evidencia científica ha demostrado, que en contacto piel con piel con su madre, el recién nacido tiene menos estrés , regula mejor la temperatura y la glucemia y se adapta mas fácilmente a la vida extrauterina. Para poder detectar cualquier alteración en la transición, este periodo de adaptación, debe ser siempre supervisado por un profesional o por un acompañante bien informado.
La vigilancia durante el contacto piel con piel es sencilla, únicamente hay que controlar que:
1. Los labios estén sonrosados. Avisad si notáis los labios azulados o pálidos (en las primeras horas no tiene importancia que las manos o los pies estén azulados).
2. El recién nacido respira sin dificultad. Avisad si notáis que le cuesta respirar o hace algún ruidito (como un quejido).
3. Tiene buen tono muscular. Avisad si le veis blandito (como un muñeco de trapo) o tembloroso
En los partos por cesárea, si la madre y el recién nacido están estables, también se puede y es recomendable realizar el contacto piel con piel
Es muy importante no interrumpir este proceso natural salvo que sea estrictamente necesario.
Estad atentos, no os lo perdáis, dejaros llevar por vuestro instinto
Dispondréis de muchos otros momentos para fotografías y mensajes a vuestros familiares y amigos.
Os deseo que disfrutéis de esta “experiencia única e irrepetible”.